Hoy Día de San José, ejemplo de
trabajador honrado, de entrega y de mucha Fé, nos permitimos enviar el mayor de los aplausos
virtuales a los trabajadores universitarios en esta especial fecha.
Actualmente, la Universidad de
Los Andes, sufre uno de los más miserables ataques a su autonomía: condicionar
el pago de nuestro sueldo al reconocimiento de un régimen que nos ha llevado a
la peor crisis económica, moral e
institucional que en muchísimos casos se ha pagado con la vida de trabajadores
universitarios.
La crisis en materia de salud que
estamos viviendo se puede calificar como inédita. Los precios de medicamentos,
exámenes clínicos y cualquier servicio que tenga relación con de salud, incluyendo oftalmología y odontología,
fueron convertidos por el régimen en un lujo impagable para un trabajo
Universitario, sin importar que se haya preparado académicamente para
contribuir con el desarrollo del país y para vivir mejor.
Hemos sido conducidos por Nicolás
Maduro y su régimen, a la más espantosa pobreza económica, en la cual cualquier
venezolano en este momento, no tiene cubiertas sus necesidades básicas, y
todos, absolutamente todos -hasta por el método de cuantificación del
régimen-somos pobres, y algunos ya estamos pasando a pobreza extrema.
Aquí, quien se enferma, está
condenado a morir en un centro de salud público, en las condiciones más
paupérrimas del planeta.El ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela no puede
seguir esperando, nuestros trabajadores también están muriendo muy especialmente
los que luchan contra el cáncer, hipertensión y diabetes.
Hoy más que nunca estamos
llamados a trabajar por el colectivo,
por el rescate de nuestros derechos laborales, y muy especialmente nuestras
garantías constitucionales.Desde este espacio hacemos un llamado a los gremios,
Sindicatos, Federaciones y Centrales Sindicales, a que de una vez por todas se
unan en una lucha a favor del colectivo.
Es urgente que comienzan a incoar los Recursos de Amparo
constitucionales por nuestro derecho al trabajo, salud, educación. También se
requiere presentar las denuncias antes los organismos internacionales como la
Organización Internacional del Trabajo y todos los que defienden los Derechos
Humanos, porque está en juego nuestro derecho a la vida.
No podemos seguir con un silencio
cómplice ante tanta atrocidad, persecución,
negativa de permisos, negativa de pago de índole distinto,
obligatoriedad a trabajar sin las condiciones mínimas de seguridad y medio
ambiente, y de tanta discriminación que vivimos los
trabajadores universitarios no docentes.
Es el momento de ser firmes en la
lucha, de estar unidos por nuestros derechos y garantías constitucionales, es
el momento de exigir desde nuestro puesto de lucha lo que por derecho nos
corresponde: una vida digna y trabajo decente en VENEZUELA
Que Dios y San José nos protejan
en esta lucha contra los tiranos y dictadores dentro y fuera de la Universidad.
¡Vivan los trabajadores
universitarios!
¡Derecho que no se defiende,
derecho que se pierde!
Dra. Maribel Suárez Mancha
Trabajadora universitaria de la ULA