RUBENS YANES
| EL UNIVERSAL
miércoles 23 de octubre de 2013 12:00 AM
El Ejecutivo Nacional, o al
menos una parte de él, ya parece haberse dado cuenta de que el control
cambiario es insostenible. Pero como es su costumbre, los voceros
oficiales son muy buenos identificando las culpas ajenas y censurando a
los terceros que, según su opinión, son los responsables del deslave
monetario actual.
La culpa no es del sistema impuesto, ni de los funcionarios mafiosos que sirven de alcabala para quienes necesitan dólares. Para Maduro y compañía, el problema son los viajeros "raspatarjetas", los empresarios incapaces de producir sin insumos y los medios que difunden noticias de un dólar que ni siquiera pueden nombrar.
La respuesta de política económica es pues entonces acorde con el diagnóstico: más controles, más controles, más controles.
La opción de flexibilizar el tipo de cambo o incluso liberarlo, asomada tímidamente por Merentes, ha sido cien veces desmentida por el resto de los informadores gubernamentales.
Se ha colado, sí, que piensan desmontar Cadivi, pero no para dejar que el dólar fluya libremente, sino para sustituirlo por una superestructura de control que "ahora sí" será capaz de acabar con la corrupción e ineficiencia del sistema cambiario actual.
La verdad uno en el fondo agradece que se caigan a coba de esa manera. Cualquier persona con nociones de economía, o algo de dinero disponible, sabe que lo más conveniente en caso de que levanten el control de cambio, sin ninguna otra medida, es posicionarse en una moneda más fuerte que el fuerte bolívar. Las reservas internacionales se convertirían en sal y agua en muy poco tiempo si el gobierno anunciase la liberación del tipo de cambio "ceteris paribus" (manteniendo todas las demás variables iguales, según la jerga económica).
Sin embargo, la alternativa de tener un Cadivi "reloaded" no es más prometedora. Un súper Cadivi con más restricciones sólo significaría más problemas, más papeleo, más corrupción. Obviamente, todo sería más sofisticado, pero el agua siempre fluye cuando rebosa su contenedor.
Mientras no desaparezca la oportunidad de hacer dinero fácil, usando el poder o la influencia, tendremos mafias alrededor de Cadivi, súper Cadivi, o como se llame.
Cuando el gobierno entienda que hay cosas que el mercado hace mejor que un millón de burócratas y comience a tomar las medidas para flexibilizar el tipo de cambio sin que esto signifique un desangre para el país, tendremos oportunidad de salir de este atolladero.
Esto pasa por tomar decisiones tan antipáticas como controlar el gasto público, equilibrar el presupuesto, para la impresión de dinero inorgánico, dejar la amenaza al sector privado y olvidarse de las expropiaciones.
Mientras no lo haga, nos toca agarrarnos de la brocha porque se llevan la escalera.
@rubensyanes
La culpa no es del sistema impuesto, ni de los funcionarios mafiosos que sirven de alcabala para quienes necesitan dólares. Para Maduro y compañía, el problema son los viajeros "raspatarjetas", los empresarios incapaces de producir sin insumos y los medios que difunden noticias de un dólar que ni siquiera pueden nombrar.
La respuesta de política económica es pues entonces acorde con el diagnóstico: más controles, más controles, más controles.
La opción de flexibilizar el tipo de cambo o incluso liberarlo, asomada tímidamente por Merentes, ha sido cien veces desmentida por el resto de los informadores gubernamentales.
Se ha colado, sí, que piensan desmontar Cadivi, pero no para dejar que el dólar fluya libremente, sino para sustituirlo por una superestructura de control que "ahora sí" será capaz de acabar con la corrupción e ineficiencia del sistema cambiario actual.
La verdad uno en el fondo agradece que se caigan a coba de esa manera. Cualquier persona con nociones de economía, o algo de dinero disponible, sabe que lo más conveniente en caso de que levanten el control de cambio, sin ninguna otra medida, es posicionarse en una moneda más fuerte que el fuerte bolívar. Las reservas internacionales se convertirían en sal y agua en muy poco tiempo si el gobierno anunciase la liberación del tipo de cambio "ceteris paribus" (manteniendo todas las demás variables iguales, según la jerga económica).
Sin embargo, la alternativa de tener un Cadivi "reloaded" no es más prometedora. Un súper Cadivi con más restricciones sólo significaría más problemas, más papeleo, más corrupción. Obviamente, todo sería más sofisticado, pero el agua siempre fluye cuando rebosa su contenedor.
Mientras no desaparezca la oportunidad de hacer dinero fácil, usando el poder o la influencia, tendremos mafias alrededor de Cadivi, súper Cadivi, o como se llame.
Cuando el gobierno entienda que hay cosas que el mercado hace mejor que un millón de burócratas y comience a tomar las medidas para flexibilizar el tipo de cambio sin que esto signifique un desangre para el país, tendremos oportunidad de salir de este atolladero.
Esto pasa por tomar decisiones tan antipáticas como controlar el gasto público, equilibrar el presupuesto, para la impresión de dinero inorgánico, dejar la amenaza al sector privado y olvidarse de las expropiaciones.
Mientras no lo haga, nos toca agarrarnos de la brocha porque se llevan la escalera.
@rubensyanes