Maribel Suárez Mancha

domingo, 17 de noviembre de 2013

Yunus: Microcréditos 'no son mágicos'

Para el economista y premio Nobel de la Paz 2006, Muhammad Yunus, los microcréditos no son la panacea que terminará con la pobreza, sino sólo una herramienta más en el intento por erradicarla.

"Los microcréditos son sólo una pieza en el puzzle de medidas que pueden sacar a la gente de la pobreza" dice el autor de este instrumento financiero y fundador del Grameen Bank en Bangladesh, a la edición del 11 de octubre de 2013 de la revista Expansión

El banquero de los pobres, como es conocido popularmente, señala que hay muchos problemas que enfrentan las poblaciones de bajos recursos que los microcréditos no pueden solucionar, como las deficiencias en los servicios sanitarios, el acceso a la educación y desarrollo tecnológico

El microfinanciamiento consiste en préstamos de cantidades muy pequeñas y a plazos muy cortos que las entidades financieras conceden a familias pobres, excluidas del sistema bancario tradicional, para que puedan iniciar una actividad productiva. 

Según el Comité del Nobel, Yunus, considerado el padre del financiamiento moderno, se hizo acreedor al reconocimiento por "su desarrollo de los microcréditos como un instrumento cada vez más importante en la lucha contra la pobreza". 

Su proyecto nacido en 1976 comenzó como un pequeño experimento que se expandió rápidamente por todo el mundo. Hoy, al menos 142 países tienen programas públicos o privados de microcréditos, según el Banco Mundial. 

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Por: Gonzalo García |
Viernes, 15 de noviembre de 2013 a las 06:00

Son sólo una herramienta y no terminarán con la pobreza, admite su creador y Nobel de la Paz.

"Pobreza no desaparece con microcréditos"

Pero los detractores de esta herramienta dicen que no sólo no es la panacea para acabar con la pobreza, sino que crea más pobreza debido a las altas tasas de interés que cobran las empresas.

En 2008, por ejemplo, miles de deudores crearon en Nicaragua el Movimiento No Pago en protesta por los intereses tan altos que imponían algunas instituciones de microcréditos. Y en 2010, en India, el gobierno del estado de Andhra Pradesh acusó a las microfinancieras de sobre endeudar a los clientes y dictó una ley para reestringir su actividad. 

Otro problema de este modelo es que muchas empresas los ven como una oportunidad de mercado para generar lucro y no para un bien social, una situación muy común en México

Muhammad Yunus admite que el microfinanciamiento "no es algo mágico" y no oculta que hay abusos. Pero defiende la importancia de su invento y ahora que es jubilado de su cargo de director ejecutivo de Grameen Bank promueve otras alternativas a través del Think Tank Yunus Centre, desde el que defiende una nueva vía económica: el negocio social. 

Este se basa en empresas sin fines de lucro que tratan de cubrir las carencias de las comundiades pobres y para promoverlas en México, acudió al Centro Fox en Guanajuato, donde recibió a la revista Expansión.